La pizza lista para hornear en casa de Breaders es un éxito, la solución salvadora a tu comida favorita en solo minutos y el mejor sabor de tus reuniones.
Sean las últimas horas de un finde de relax, una cena rápida con los niños o un encuentro con amigos, de vez en cuando la pizza crujiente congelada lista para el horno es todo, mucho más cuando te tientan las ganas de un mordisco de este clásico italiano.
Seguimos la tendencia de la comida casera, para que puedas comer pizza en el momento que quieras. Deleitate con nuestra exquisita línea de pizzas para hornear clásicas y premium de una forma súper simple y rápida. La opción ideal para stockear en el congelador y calentar sin tener que cocinar.
Nuestra pizza lista para el horno se elabora a partir de masa artesanal precocida, ingredientes frescos y de alta calidad, a precio incomparable para tu bolsillo.
Pedí cualquier gusto de nuestra amplia variedad de pizzas de Muzzarella, fugazzeta, jamón y morrones, jamón y provolone, provolone y verdeo, champignones premium, napolitana al pesto premium, cuatro quesos premium y queso azul premium y delitate hasta el último bocado.
Instrucciones de cocción
Seguí los pasos para una perfecta cocción
Al horno: precalentá a 280°. Colocá la pizza directo del congelado y sacala en 5 0 10 minutos, cuando el queso esté derretido.
Conservación del producto
La pizza congelada puede guardarse hasta un mes en frío. Luego de descongelada, debés calentarla y no se puede volver a congelar.
Descongelación del producto
Colocá la pizza congelada precocinada directo del freezer de casa al horno. Una opción rica y exquisita para compartir cualquier día de la semana.
Consejos adicionales
Si te apetece la pizza bien crujiente, horneala de modo directo en el fondo o suelo del horno; solo asegúrate de no caer queso o salsa.
Añadile tu toque personal. Podés personalizar el producto con algunos ingredientes extra que sumen tu sabor favorito, como hebras de pollo o tipos de queso, o incluso hojas verdes frescas. Priorizá tomates secos o frescos, aceitunas, anchoas, hongos o pepinillos, según el paladar.
Mejorá cualquier presentación y aroma con un buen chorro de aceite de oliva previo a llevar a la mesa.